• 1 base de pasta brisa de las que venden ya preparadas en los supermercados.
• 50 gr. de aceite de oliva
• 300 gr. de cebollas
• 75 gr. de beicon
• 3 huevos medianos
• 100 gr. de queso gorgonzola o roquefort.
• 200 gr. de nata líquida
• sal, pimienta blanca y nuez moscada (recién rallada).

Colocar la pasta brisa en un molde desmontable antiadherente redondo previamente engrasado. Estas masas ya vienen estiradas por lo que son muy cómodas de usar. Apretamos bien con los dedos por el fondo y por todo el borde del molde, y con un tenedor pincharla por todas partes para que no se nos ahueque durante la cocción.
Hornearla ligeramente vacía, a 180º si tenemos turbo o a 190º si es con horno convencional, hasta que los bordes adquieran un ligero color dorado, luego ya la rellenaremos y la hornearemos hasta que tanto la base como los bordes estén suficientemente cocidos y tostados.
Mientras la masa se está horneando volcaremos el aceite en el vaso de la thermomix y programamos 5 minutos – VAROMA – vel. 1.
Luego colocamos la mariposa en las cuchillas y sofreímos el beicon que habremos cortado a dados pequeños durante 2 minutos – VAROMA – vel. 1.
Añadimos las cebollas cortadas en rodajas finas y las sofreímos 8 minutos – VAROMA – vel. 1. Si no estuvieran blandas, programar unos minutos más.
Retirar la mariposa de las cuchillas.
Volcar la mezcla de cebolla + beicon sobre la masa ya sacada del horno (que esté tibia o fría, pero no caliente).
Sin fregar el vaso de la thermomix introducimos los huevos, el queso, la nata, y las especias y mezclamos bien en velocidad 4 hasta que el queso desaparezca.
Esparcir esta mezcla sobre las cebollas y el beicon y volver a meter de nuevo en el horno (180º si es turbo y 190º si es horno convencional) hasta que la quiche esté totalmente subida y dorada.
Podemos comprobar si está lista pinchando con una aguja en el centro, si está totalmente cuajada, la aguja tiene que salir limpia.

Fuente: Libro «Mis mejores recetas de Thermomix», de Cristina Galiano.