Sopa miso

El fin de semana pasado asistí a un curso de cocina natural. Durante dos horas se elaboraron cuatro platos diferentes, y el primer plato fue la saludable, reconfortante y sabrosa sopa miso, un clásico en la dieta japonesa.

Encontré realmente interesante poder conocer nuevos productos que normalmente no uso en mis recetas, como el miso blanco, la pasta de umeboshi o el concentrado de jugo de manzana. Me encanta poder experimentar con nuevos sabores.
La auténtica sopa de miso está compuesta por dos ingredientes esenciales: el dashi (caldo de pescado) que es la base de la sopa y el miso que es disuelto en el dashi.
El miso es una pasta aromatizante fermentada y muy sabrosa, hecha con semillas de soja y/o cereales y sal marina.

Podéis encontrar diferentes tipos de miso. Los misos más afamados son fermentados por largo tiempo obteniéndose así:

  • Shiromiso es decir: Miso blanco: su fermentación dura aproximadamente un año y resulta ser el de sabor más suave y dulce.
  • Akamiso es decir Miso rojo: su fermentación dura aproximadamente dos años teniendo un sabor más fuerte que el blanco.
  • Kuromiso que es el Miso negro: su fermentación dura aproximadamente tres años y su gusto es intenso.
  • Hatchomiso es la variedad más concentrada y proteica al no llevar ningun tipo de grano añadido (arroz, trigo o cebada).

El miso fue considerado durante siglos un alimento curativo en Japón.
Contiene enzimas que ayudan a la digestión, y suministra carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y proteínas.

Para preparar esta sopa se suelen usar dos tipos distintos de miso, el Shiro-Miso (blanco, suave y con poca sal) o el Aka-Miso (rojo, fuerte y salado). Nosotros usamos el Shiro-Miso y no pusimos dashi.

En esta foto podéis ver como es la textura y el color del miso blanco:
Los ingredientes más habituales en la sopa miso son el tofu cortado en cubitos, las algas wakame y cebolleta o puerro. Puede llevar otros ingredientes como verduras (patatas, zanahoria, col, etc), carnes, pescados o champiñones.
La sopa que preparamos era muy simple en cuanto a ingredientes pero a mi me gustó muchísimo así. De todas formas, le podéis añadir cualquier otro ingrediente que os apetezca.
Ingredientes: (para 6 personas)
  • 1 cebolla (o un puerro, al gusto).
  • 1 zanahoria grande.
  • apio (2 troncos con sus hojas).
  • col (1 hoja grande, mejor si es muy verde).
  • 1 ramita de tomillo.
  • 1 hoja de laurel.
  • un trozo de alga wakame.
  • aceite de oliva.
  • miso blanco (5-6 cucharadas soperas).
  • una pizca de sal.
  • agua.
Preparación:
Cortamos la cebolla a medias lunas finas y la salteamos durante 10 minutos en una cazuela con unas gotas de aceite y una pizca de sal.
Ponemos el alga wakame en remojo para que se hidrate.
Cortamos las verduras a trocitos muy pequeños y las añadimos a la cazuela. También añadimos las hierbas (tomillo y laurel), el alga escurrida y agua. Cuando comience a hervir tapar hasta que la verdura esté cocida. Disolver el miso en un poco de agua y echarlo a la sopa. Calentar durante unos 2-3 minutos para activar el miso y lista para comer.
Nota: Si la queremos recalentar o la preparamos de un día para otro es importante que la sopa miso no hierva porque parece ser que pierde sus propiedades beneficiosas.

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