Para estos días de frío intenso no hay nada mejor que una sopa calentita.
Ésta concretamente era una receta de mi abuela materna, y le tengo un cariño especial, ya que desde hace años es el primer plato de la comida de Navidad, que solemos celebrar en casa de mi madre. Si la probáis seguro que os encanta, ya que siempre es un éxito.
Ingredientes:
- caldo de carne
- 7 patatas
- 1 pechuga de pollo
- 2 huevos cocidos
- 2 zanahorias
- sal
- albóndigas de carne pequeñitas (opcional)
- picatostes de pan tostado (opcional)
Preparación:
Para elaborar esta receta necesitamos tener unas preparaciones previas, pero luego, es muy rápida y sencilla.
Primero debemos preparar una olla de caldo de carne, a nuestro gusto. Yo normalmente le pongo un trozo de ternera, codillo, pollo, patata, zanahoria, un tomate maduro, cebolla o puerro, apio, tomillo, y sal. Lo único que tendremos en cuenta, ya que lo necesitaremos más adelante, es que debemos ponerle bastante patata y un par de zanahorias.
Cuando el caldo esté listo, retiraremos las patatas y las zanahorias, y antes de que enfríen, las pasaremos por el pasapurés. Si no tenemos pasapurés no deberemos usar minipimer o túrmix, ya que la patata nos quedará con una textura chicle, que no nos sirve para la elaboración de esta sopa. Quizás podríamos intentar con un rallador fino, aunque nunca lo he intentado.
Cuando tengamos la patata y la zanahoria bien desmenuzadas con el pasapurés las pondremos en una olla, y le añadiremos el caldo, la pechuga de pollo picadita, y el huevo cocido también picado. Salaremos al gusto.
Si nos gusta, y para que sea un plato todavía más completo podemos añadirle albóndigas o picatostes de pan tostado.
Para ello, freiremos las albóndigas de carne en una sartén con un poco de aceite y las añadiremos a la sopa. También le añadiremos un poco del aceite que hemos usado para freír las albóndigas, ya que le dará un tono más bonito y apetecible a la sopa, que suele quedar con un color muy blanquecino. Lo dejaremos cocer todo junto a fuego bajo durante un ratito. Deberemos remover de vez en cuando para que no se pegue a la olla.
Aparte, también podremos freír dados de pan en el mismo aceite que habremos usado para freír las albóndigas. Los picatostes de pan los podemos servir en un plato aparte, y que cada comensal se sirva.
Celíacos: Receta apta para celíacos, pero sin picatostes de pan. En caso de añadir las albóndigas a la sopa nos aseguraremos que éstas no lleven ni harina ni pan rallado.