Después de casi un mes sin publicar os presento una deliciosa receta de diario.
Cuando éramos unos niños pasábamos los veranos en Cala Galdana, con mis primos Manolo y Miriam, y recuerdo que nuestra tia Nina solía preparar esta receta. A mi me encantaba, pero después de tantos años no tenía muy claro cuales eran sus ingredientes ni como prepararla, por lo que le pedí le receta a mi madre. Realmente debía de hacer muchísimos años que no la comía, pero me sigue pareciendo igual de fantástica.
Ingredientes:
- spaghettis.
- carne picada mezclada.
- salsa de tomate.
- ajo.
- perejil.
- queso rallado.
- sal.
Preparación:
En una cazuela o sartén sofreímos bastante ajo y perejil bien picadito. Añadimos la carne picada, salamos y removemos bien hasta que esté cocida. Finalmente agregamos la salsa de tomate. Reservamos.
En una olla hervimos la pasta el tiempo que nos indique el paquete. Una vez hervida la mezclamos con la mezcla de carne picada.
Forramos una bandeja de horno con papel de hornear y esparcimos bien los spaghettis procurando que quede una capa muy fina. Espolvoreamos con queso rallado.
Horneamos a 200º calor arriba y abajo hasta que estén bien crujientes. Yo suelo poner la bandeja en la ranura superior para que cojan más color y queden tostaditos. En la foto no se aprecia muy bien pero es importante que esten crujientes, en realidad es la gracia de este plato, porque sino serían igual que los spaghetti boloñesa.