Si hay dos ingredientes que me apasionan y que los usaría en todos los platos que preparo son el queso y el tomate. Por eso, en cuanto vi esta receta la preparé al instante.
Está muy rica, no pude esperar y me la comí templada, aunque imagino que fria no estará nada mal.
Ingredientes:
- masa de hojaldre
- 4 tomates
- 3 huevos
- 1 yogur natural
- 250 gr. de queso (yo puse una mezcla de varios quesos que tenía en la nevera: curado, emmental, parmesano, etc).
- sal, orégano y pimienta
Preparación:
Engrasamos un molde con mantequilla, y lo cubrimos con la masa de hojaldre. Picamos la superfície con un tenedor para que no suba la masa.
Pelamos los tomates, los despepitamos y los cortamos en rodajas. Los dejamos escurrir un buen rato hasta suelten un poco del agua que contienen. De esta forma la parte de abajo de la masa no quedará tan húmeda y será más crujiente.
A continuación cubrimos la base de la tarta con el tomate cortado en rodajas. Si el tomate es un poco ácido le podemos añadir un poco de azúcar. Salpimentamos y añadimos orégano al gusto. Espolvoreamos con parte del queso, pero reservamos más o menos la mitad. Cubrimos con la mezcla batida de los huevos y el yogur. Volvemos a cubrir con el resto del queso e introducimos en el horno precalentado a 200º, calor arriba y abajo, durante unos 30-40 minutos. La mitad del tiempo, unos 20 minutos, lo puse en la parte de abajo del horno para procurar que la capa de abajo quedará más tostadita.