En el día del celíaco, unos «robiols» como los llamamos en Menorca, o empanadillas, de masa dulce y que admiten multitud de rellenos como mermelada, crema pastelera, cabello de angel,… En mi caso los rellené de membrillo.
Es una receta adaptada a los robiols dulces que nos preparaba mi madre cuando éramos pequeños, y que ya entonces me encantaban.
La masa es muy fácil de preparar, pero la gran dificultad es para formar las empanadillas sin que se rompan. Debéis ser muy pacientes, ya que es complicado. He de reconocer que a la tercera empanadilla me dí por vencida y busqué otras alternativas.
Como podéis observar en la foto, hay una de forma redonda, que la hice cortando dos círculos de masa, poniendo el relleno sobre la base, y cubriendo con el otro círculo. Así fue muchísimo más fácil que doblar la empanadilla. O eso, o tres respiraciones profundas de yoga entre empanadilla y empanadilla, para eliminar el estrés acumulado…
Para sellar bien los bordes y evitar que se abran en el horno, pondremos un poco de agua entre las dos partes, bien con un pincel de silicona o con el dedo, y apretaremos bien con el dedo para asegurarnos que las dos porciones de masa quedan bien selladas.
Otra opción para aprovechar esta masa, que la verdad es que está riquísima, sería preparar galletas con cortadores variados. Yo hice algunas y volaron, no les dió tiempo ni a posar para la foto. En el centro puse un lacasito, y espolvoreadas con azúcar glass. Ricas, ricas, y además no se rompen. La verdad es que no soporto las galletas sin gluten, la mayoría hechas con maicena, y que al pegar un bocado se deshacen rompiéndose en mil pedacitos. Mi hija, que solo tiene dos años, cuando come galletas en casa debo ir tras ella con la escoba en la mano 🙂
Ingredientes:
- 325 gr de harina sin gluten. En mi caso puse harina de Dietética Gloria (harina Barcelona)
- 120 ml de moscatel
- 40 ml de aceite de girasol
- 40 gr de grasa de cerdo
- 40 gr de manteca cocida de vaca (mantequilla dulce)
- 20 gr de azúcar
Preparación:
Fundimos un poco las dos grasas, la de cerdo y la manteca, y les añadimos el aceite y el moscatel. Poco a poco vamos agregando la harina, i amasando con las manos. De esta forma, si usamos otra marca de harina podremos ver que cantidad debemos poner hasta conseguir una masa manejable, que no se pegue a las manos.
Estiramos la masa entre dos hojas de papel de hornear, para evitar que se pegue al rodillo, y vamos cortando la masa, dependiendo de si queremos formar galletas o empanadillas.
Antes de hornear espolvorearemos con un poco de azúcar y una vez fríos los espolvorearemos con azúcar glass. Debemos tener en cuenta que la masa prácticamente no lleva azúcar.
Celíacos: receta apta.